El Nuevo Hombre romperá con este pasado demente.
Creerá en el amor, no en la guerra.
Creerá en la vida, no en la muerte.
Será creativo, no destructivo.
Creerá en el amor, no en la guerra.
Creerá en la vida, no en la muerte.
Será creativo, no destructivo.
Su ciencia, su arte..., todo servirá a la creatividad.
No creará bombas.
No será político, porque la política surge del odio.
La política está enraizada en el miedo,
el odio, la destructividad.
El Nuevo Hombre no será político,
el Nuevo Hombre no será nacional.
El Nuevo Hombre será global.
El Nuevo Hombre será global.
No tendrá ninguna ambición política, porque es estúpido tener ambición política.
El Nuevo Hombre va a ser muy inteligente.
Los primeros signos de esa inteligencia
están emergiendo en el horizonte.
Los que tienen ojos pueden verlo...
Es un gran momento de regocijo que los jóvenes
de todo el mundo estén rebelándose
en contra de todo tipo de ortodoxias;
no importa que la ortodoxia sea la de la iglesia
o la del estado.
No están dispuestos a obedecer;
no es que estén empeñados en desobedecer,
tampoco están empeñados en desobedecer.
Meditarán, y si sienten que tienen que obedecer, obedecerán; si sienten que tienen que desobedecer, desobedecerán.
No tienen una ideología fija.
«Defiendo a mi país, tenga razón o no»:
no pueden decir semejantes estupideces.
A veces tiene razón, a veces no la tiene.
Cuando tiene razón, el Nuevo Hombre lo defenderá; cuando no tenga razón, que sea su país o que no lo sea no importará.
Puede que sea su propia familia, su propio padre, su propia madre, pero si no tiene razón, no tiene razón.
El Nuevo Hombre no vivirá basándose en prejuicios, sino con responsabilidad espontánea.
El Viejo Hombre era un esclavo,
el Nuevo Hombre será libre.
El Nuevo Hombre tendrá libertad
en el centro mismo de su ser.
OSHO
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